"Amores perros"

“Me despierto. A mi lado hay cientos de pañuelos de papel húmedos. Llevo toda la noche llorando. Estoy al borde de la desesperación. Nunca había pensado llegar a este extremo de desesperación. Llevo un fin de semana horrible por culpa de mi equipo. Esto es maltrato psicológico. No puedo estar sin mujeres ni alcohol todo un día entero pues como para estar sin todo eso un fin de semana entero. Me levanto tambaleándome (es que cuando no bebo es como si estuviera en estado de embriaguez porque lo necesito para vivir). Me siento en el trono. Mi reflexión sobre el maltrato que vivo, me lleva a coger la cuchilla de afeitar y acercármela a la muñeca. Voy a rajarme pero la cuchilla se rompe al tocar con mi piel (soy tan chulo que meo petróleo). Es un signo!!!!! Eso quiere decir que siga adelante. Que aunque el coche no vaya como debería, y aunque todos mis intentos de licores caseros han sido un fracaso (es que el licor casero que cree el otro día el problema es que no me afecta mucho)yo soy un genio del automovilismo (y en todos los aspectos) y debo luchar!!!! (imaginaros la situación con una bandera de Finlandia hondeándose de fondo). Salgo del baño. Llevo viendo toda la noche telenovelas (me he enganchado a “El cuerpo del deseo” y no puedo dejar de pensar en ella) y llorando desconsoladamente pero se acabo esto!!! Me siento plenamente identificado con su protagonista viejo que es asesinado con una mujer que se casó con él por dinero. Eso es lo que pasa en mi equipo!!! Fichan a Fernando por mera publicidad y encima me suprimen mis fiestas. Lo de quitarme las fiestas es matarme, pero por dentro…

Llego al circuito con los ojos hinchados (ir un poco desaliñado me convierte incluso en más atractivo) y todo el mundo me mira extraño. El público está atento al “Kaiser” mientras que yo intento pasar desapercibido pero no lo consigo debido a mi abrumante belleza con estas ojeras dignas de una mujer despechada. Como en cualquier telenovela siempre hay un malo, y todos sabemos que es español. Aunque salga de detrás tenemos que evitar entre todos que gane. Le hemos dado ventaja y eso se le ha subido a la cabeza (es como el malo que tras hacer un acto de maldad lo celebra riéndose con desprecio por los demás). Le bajaremos los humos!!! Me monto en mi coche (previamente lo reviso aunque últimamente los enanos azules no necesitan entrar en mi box para que el coche vaya mal). Tras mirarme varias veces en la carrocería comienza la carrera. Mis sentidos se ponen al máximo. Mi no consumo de alcohol me produce una salida algo lenta (claro me fallan los reflejos en este estado no alcohólico). Juan Pablo escala una posición como el hombre humilde que conquista a una chica de alta alcurnia, pero realmente quería a la chica de la nobleza y se quedó con la chica de la limpieza, puesto que su avance es mínimo pese a tener la buena posición de la parrilla. Por delante Fernando (al que llamaré Fernando José para que quede más telenovelesco), adelanta una posición y se va acercando a Massa. Christian Albers (Christian Alberto) sufre un fracaso y vuelca estrepitosamente, como si la chica del servicio le hubiera rechazado porque estaba con Juan Pablo (a Juan Pablo no le quitamos el nombre porque encaja perfectamente en la telenovela que relato). Afortunadamente (la gente estaba asustada sin razón puesto que los Formula 1 son seguros) sale ileso. Sale el safety car (este coche es la publicidad de la telenovela, basada en productos de limpieza para las amas de casa que la están viendo). Cuando se va la “publicidad” Barrichello reacciona mal y nos deja retrasados a las flechas de plata respecto al malo de la telenovela. Se forman dos grupos. Michael (al que llamaré Miguel Alejandro) se aleja poco a poco y me saca ya bastante tiempo. Pasa el tiempo hasta que llega la entrada a boxes (la entrada a boxes es el típico capítulo de telenovela que da un giro completo al argumento, por ejemplo, la muerte inesperada de alguien).

Mi entrada a boxes es normal, y logro adelantar unas posiciones pero sigo detrás de Webber. Me lleva tocando la “webbera” toda la carrera frenando mi progresión (es el típico personaje de telenovela que impide que me acerque a mi amada, creando situaciones que me dejen a mi como un ser odioso, es decir es un súbdito del malo). Me es imposible adelantar a Egger (sí, a este no le ponemos nombre de telenovela y nos dedicamos a hacer chistes fáciles sobre huevos) en este circuito debido a lo estrecho que es .

Tras la parada Fernando José está segundo, detrás de Miguel Alejandro. La telenovela se queda estancada un rato, debido a que los guionistas son muy malos hasta que le dan un giro al argumento y Fernando José se acerca a Miguel Alejandro porque tiene problemas puestos por el padre de la chica que todos quieren conquistar (un tal Bridgestone). Fernando José, pese a ser malo, tiene la aprobación del padre de la chica, Bridgestone, para conquistar a la chica, pero ella parece enamorada de Miguel Alejandro. Ambos entran en boxes, y salen muy juntos. Mientras tanto yo me acerco un poco más la conquista de la chica, colocándome quinto tras la parada, detrás de Massa. Aun así estoy lejos de la conquista de la chica, por culpa de los súbditos del malvado Fernando José. Juan Pablo deja destrozada a la chica del servicio abandonándola y quiere aspirar a más luchando por la aristocrática y deseada chica. Fernando José, puja fuerte por la chica durante lo que queda de carrera. Yo también aprieto a Massa para conseguir una chica mejor pero al final me llevo una decepción que hace llorar a todas las amas de casa que siguen esta historia. Finalmente Miguel Alejandro se lleva la victoria y Fernando José como todos los malos sale derrotado pese a sus enrevesados planes para conquistarla. En fin aquí termina esta telenovela de amores perros…”