"A la caza del reno"

"Hace cuatro días que sali... casi he perdido el rumbo... estoy harto de comer carne cruda y vegetación... ese licor tiene efectos insospechados... dos días con este reno a la espalda, ya lo podría haber matado a la puerta de casa... No hay dolor! mis podederes me ayudan a sobreponerme, levanto la cabeza.. veo humo, estoy cerca, por fin mi odisea particular ha terminado, ya puedo oler la sobrosa salsa que habrá preparado mi madre; con su ajito..., su limón..., su perejil... mmmm se me hace la boca agua. Utilizo las últimas gotas de energía que me quedan para llegar hasta la puerta y golpearla, me abren... caigo rendido, el reno yace a mi lado...

....(regresión mental dos días atrás justo después de la nota especial)....

Hace dos días que he salido, la noticia de los tejemanejes de la f1 no perturba mi interesante mirada de ojos azules. Ayer me crucé con San Nicolás (Joulupukiin entre nosotros) que, sabedor de mi retiro, se acercó para pedirme consejo sobre como perfeccionar su manejo del trineo, y claro tuve que darle unas cuantas clases magistrales (yo empecé con un trineo de renos). Por lo demás mi retiro me está sirviendo para controlar mis superpoderes (este año Ron me besará el culo por su error de fichaje), aquí en medio de la nada con una camiseta y unos pantalones como único equipaje he descubierto que mi capacidad mental es superior a lo más superior... pero que ve mi mente! la presa perfecta se está acercando a mí, pero todavía no se por donde, está muy lejos, medio kilometro calculo, siento su presencia. Eureka! debe estar en el lago que me encontré ayer por el camino.

Mis pies van lo más rápido que pueden mientras mi cabeza se mantiene serena y en alerta constante para prevenir cosas insospechadas en mi trayectoria. Estoy acercandome al objetivo, reduzco marchas y tiro de embrague para llegar lo más pausado posible, ya lo veo, noto algo extraño en él, no está solo, y que es eso que tiene en la nariz!?!?!?!? tiene una luz roja por nariz!. Mmmmh debe ser un reno de Nicolás... pero el no está por los alrededores. Que raro, no está con sus compañeros.

Me dice que era demasiado para sus compañeros, que Santa no le quería subir su caché y que desde ahora irá por libre. Me parece bien pero me lo voy a comer de todas maneras es el elegido, es mi viva imagen en reno, pero da igual, nunca he dejado que mis sentimientos se interpongan en el trabajo (en las fiestas tampoco) y menos en temas de comida. Le doy coba mientras me acerco sutilmente a él con la intención de degollarlo, le "como" la cabeza hasta que pierde toda su identidad y empieza a pensar en el suicidio. Está a punto de caramelo, le paso una mano por el lomo mientras con la otra le acarició la garganta, poco a poco mis caricias se hacen cada vez más fuertes.

Ya no hay vuelta atrás, me encuentro forzajeando con el animal, he de contener sus 50 kilos de puro músculo y sus otros tantos de grasa, me azota por los aires pero yo al más puro estilo cowboy no me suelto. [...] Estoy a punto de perder la batalla... estoy tirado en el suelo y Rudolf parece que a cojido fuerzas y está decidido a encornarme. Coje repris y se dirige hacia mi con una velocidad espasmosa, se lo que va a hacer, lo noto en su mirada, una cornada de izquierdas que poco recurrente. Quiere buscarme el costado y lo encontrará, maldecirá su burda estrategia. Ya está de camino, empieza a ladear la cabeza hacia la izquierda para cojer fuerza, yo me mantengo tranquilo, pausado, confiado de mí, he aprovechado sus momentos de rebufar para construir una especie de daga con un pedrusco (ni Macguiver)

Está a medio metro, es momento de actuar! doy media vuelta en el suelo y buscando su lado derecho me levanto de un salto empuñando la daga, noto la sorpresa dentro de su básica mente, Bwahahahaha!! Cojo fuerzas y le hago un recuerdo mortal en el hoyo de agujas al más puro estilo taurino.

Le quedan pocos segundos en pie, todavía guarda fuerzas para intentar otra embestida y ahora no quedan más cojones que correr hasta que el animal doble las rodillas y se rinda a su destino, durante la carrera ya pienso en lo sabroso que quedará y lo bien que quedará su nariz roja en la punta del árbol de navidad...

Siguiendo mis instintos me acuesto cerca de mi presa, que me dará calor mientras saboreo el licor que aún sabe más rico después del trabajo bien hecho (otra opción sería meterme dentro de él en plan Star Wars, pero no soy un débil como Luke). Mmmmm este licor tiene algo especial, pero no llego a adivinar el qué, mi mente viaja a otra dimensión en la que estoy cabalgando por el bosque a lomos del zorro de David el gnomo, pero de repente, oh! sorpresa! se han cruzado los malvados trolls en nuestro camino (que feos son! no tienen nada que hacer contra una belleza de la naturaleza como yo), me vienen amenazando con el garrote, voy a pegarles,... pero no puedo soy un puñetero gnomo!! así que me vuelvo a montar en el zorro y huyo hasta la casa del sabio para pedirle sus consejo, en la que su adorable mujer me atiende con todas las reverencias (creo que quiere tema, lo tendrá), las excenas de sexo y desenfreno que siguen me las saltaré, solo anotar que a pesar de ser gnomo hay algo en mi que no ha perdido tamaño....

Me levanto con un dolor agudo de estomago y vagos recuerdos de mis alucinaciones nocturnas, yo... la mujer de david el gnomo... que escenas más dantescas... (eso no será infidelidad verdad?). Me cuelgo el muerto a las espaldas y reemprendo el viaje, ya queda poco....