Hace un par de meses ya que celebré la fiesta de fin de curso oficial, y hace justo dos meses que me veo con Inga a escondidas (se que me arrepentiré en el futuro, pero soy todo un experimentador). De los demás no se desde hace un mes aproximadamente, de vez en cuando quedo con los tres de siempre para echar una partida a ese misterioso juego español, importado por Frans, llamado "duro", pero creo que lo ha entendido mal (dudo que sea obligatorio tenerla dura durante toda la partida). Hemos substituido eficientemente el vino por Whisky y la cola por vodka, no cabe decir que las partidas duran poco... Kirstin me vino a visitar al día siguiente de la fiesta para decirme lo enamoradisisisiiisima que estaba de mí, y que quería salir conmigo (no hay peor forma de descapricharte de una mujer que que te hable de compromiso) así que no me quedo más remedio que perderla, pero no su recuerdo.
Hace dos meses que no paro mucho por casa, y por supuesto no me ha costado mucho ser el alma de todas y cada una de las fiestas (sin llegar a ser el bufón ni el alcohólico que no hay Dios que aguante, por que al ser yo Dios me aguanto solo,

jiji), pero hoy por desgracia no hay ninguna fiesta programada puesto que Nokia ha perdido valor en bolsa y eso significa día de luto en Finlandia. Es día de aprovechar para coger fuerzas en la cama desde que amanezca hasta que vuelva a anochecerr.
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Son las cinco de la mañana. Voy con una borrachera terrible (pese al luto no pude resistirme a salir). Aun así yo se guardar las formas ante mis padres (el otro día por ejemplo evite vomitarles el suelo no como hice el día anterior). Entro por la ventana para que no se oiga el ruido de la llave en la puerta. Subo a mi habitación y me tumbo con la ropa. Tras la típica reflexión post-borrachera que tiene todo el

mundo, escucho un ruidillo. De repente se abre la puerta del armario y 2 hombres encapuchados me sujetan y me amordazan (curiosamente eran hombres bastante bajos). Me sacan de la cama y me dejan en calzoncillos (pervertidos) y me tratan como si un preso de guerra fuera. Me sacan de la casa armando un estruendo terrible (mis padres no se levantan seguro que también estaban borrachos) Me meten en un Renault verde oscuro y me tapan la cabeza. Tras un largo viaje me descubren la cabeza.... Argh! Es de día ya!
Estoy como en una especie de campamento militar…Me llevan a un barracón y me sientan en una silla. Suena un silbido detrás mío y…OH NOOOO NO LO HAGAS!!!. Irremediablemente rapan mi hermoso pelo metrosexual. Llorando, como si hubieran muerto mis padres (que es posible tras lo acontecido a noche), por la pérdida de mi pelo me dan un uniforme militar y me lo pongo.
Salgo al patio y encuentro una fila de personas. Me mandan cuadrarme y entonces aparece un hombre negro con sombrero y muchos galones militares. Nos mira con desprecio hasta que abre la boca y dice: “Soy el sargento Ahonen! Voy a ser vuestra peor pesadilla en este centro durante los próximos meses. Se preguntaran donde están. Pues están en el centro militar para seres superiores (CMSS) donde van a llevar a cabo su servicio militar.” Me sorprende que nuestro sargento sea de color y nosotros todos rubios y no puedo evitar la sonrisilla de sorpresa. Se fija en mi y me dice:

-Como se llama cadete?
-Raikkonen señor!!! Kimi Raikkonen!!!
Me mira con furia y me contesta:
-Pues yo le voy a llamar a partir de ahora ‘el girasol marica y llorón’
-Si señor
-No te he oído!!!
-Marica y llorón señor!!! El girasol marica y llorón!!!
No me queda más remedio que aguantarme todo lo que se me pasa por la cabeza, es el primer día y no quiero destacar mucho (es inevitable destacar por mi inigualable físico incluso entre súper hombres fineses), un hombre tan feo y tan cantoso en tierra de albinos no puede ser un buen enemigo.
Después de la humillación pública nos hizo correr varios kilómetros nieve a través cantando estúpidas canciones con ritmillo yanki. La marcha no fue demasiado cansada, es más, la aproveche para limpiar mi cuerpo de alcohol ya que, por lo que veo no voy a poder beber mucho en este maldito campamento.

Pero que ven mis ojos! Una bella mujer se acaba de unir al sargento a comentarle algo al oído… mmmm… ya tengo mi primera misión como soldado: ligarme a la monitora! Jisjisjis, será una tarea dura pero no para un ser superior como yo (por cierto, ya era hora de que se me reconociera oficialmente).
El resto del día se resume en sufrimiento, rancho asqueroso, y un sucio pabellón en el que parece que voy a tener que dormir el resto de mis días. De lo malo no estoy solo en esta desgracia, pronto mi don de gentes entabla conversaciones por mí; hay que planear muchas cosas…